Eka Pada Rajakapotasana es una postura de yoga que implica una flexión hacia atrás y una apertura de caderas. Esta postura se considera de nivel avanzado debido a su demanda de flexibilidad y técnica adecuadas para realizarla correctamente. La postura se asemeja a una paloma real, de ahí su nombre. Es una asana poderosa que puede ayudar a fortalecer y estirar los músculos de las caderas, glúteos y muslos.
¿Qué significa Eka Pada Rajakapotasana?
El término «Eka Pada Rajakapotasana» se deriva del sánscrito y se compone de varias palabras:
«Eka» significa «uno».
«Pada» se traduce como «pierna» o «pie».
«Raja» significa «real» o «rey».
«Kapota» se refiere a una «paloma».
«Asana» se traduce como «postura».
Eka Pada Rajakapotasana significa «la postura de la paloma real de una pierna«. Esta postura se llama así debido a la posición del cuerpo, que se asemeja a una paloma real. La postura implica extender una pierna hacia atrás y doblar la otra pierna hacia adelante, creando una forma similar a una paloma.
¿Cómo se hace la postura de la paloma?
La postura de la paloma en yoga, conocida como Eka Pada Rajakapotasana, es una asana que implica una flexión hacia atrás y una apertura de caderas. Es importante volver a mencionar que es una postura avanzada ya que requiere de flexibilidad para realizarla de manera correcta, por ello, es importante realizarla siempre con un profesional.
Arrodíllate en la colchoneta y lleva la rodilla derecha hacia adelante, de modo que el muslo derecho esté paralelo al borde de la colchoneta y la espinilla derecha esté perpendicular a ella.
Extiende la pierna izquierda hacia atrás y colócala en el suelo, con los dedos del pie apuntando hacia atrás.
Asegúrate de que la pierna derecha esté doblada en un ángulo de aproximadamente 90 grados, con el pie derecho cerca de la cadera izquierda.
Mantén la parte superior del cuerpo erguida y coloca las manos en el suelo a cada lado de la cadera derecha.
Ahora podríamos flexionar la pierna de atrás, arqueando la espalda y tocando con el pie trasero la cabeza. Las manos deberían poder sujetar el empeine.
Mantén esta posición durante unos segundos, respirando profundamente.
Para salir de la postura, coloca las manos en el suelo, levanta la cadera y lleva la pierna izquierda hacia adelante para volver a la posición inicial.
Repite el mismo proceso con la otra pierna.
Recuerda escuchar a tu cuerpo y no forzar demasiado la postura. Si sientes molestias o dolor, modifica la posición.
Beneficios de la postura de la paloma
La postura de la paloma, también conocida como Eka Pada Rajakapotasana, es una postura de yoga que ofrece numerosos beneficios tanto a nivel físico como emocional.
Beneficios físicos de la postura de la paloma:
Flexibilidad de caderas: La postura de la paloma ayuda a estirar y abrir los músculos de las caderas, lo que contribuye a mejorar la flexibilidad en esta área tan importante del cuerpo. Esto es especialmente beneficioso para personas que pasan mucho tiempo sentadas o realizan actividades que pueden generar tensión en las caderas, como correr o andar en bicicleta.
Fortalecimiento de piernas y glúteos: Al realizar la postura de la paloma, se activan los músculos de las piernas y los glúteos, lo que contribuye a fortalecer estas áreas. Esto puede ayudar a mejorar la estabilidad y el equilibrio del cuerpo.
Apertura de pecho y hombros: La posición de la postura de la paloma ayuda a abrir el pecho y estirar los músculos de los hombros. Esto puede ser beneficioso para mejorar la postura y aliviar la tensión acumulada en esta área.
Estiramiento de muslos y cuádriceps: La postura de la paloma permite un estiramiento profundo de los músculos de los muslos y los cuádriceps. Este estiramiento puede ayudar a mejorar la flexibilidad de las piernas y aliviar la tensión acumulada en estas áreas.
Beneficios emocionales de la postura de la paloma:
Relajación y reducción del estrés: Al practicar la postura de la paloma, se fomenta la relajación y la liberación del estrés acumulado en el cuerpo. Al estirar y abrir las caderas, se liberan las tensiones emocionales que se pueden manifestar en esta área del cuerpo.
Equilibrio emocional: La práctica regular de la postura de la paloma puede ayudar a equilibrar las emociones y promover una sensación de calma y bienestar. Al conectar con el cuerpo y la respiración durante la práctica, se estimula el sistema nervioso parasimpático, lo que contribuye a reducir la ansiedad y el estrés.
Mejora del estado de ánimo: Al realizar la postura de la paloma, se estimula la liberación de endorfinas, hormonas relacionadas con el bienestar y la felicidad. Esto puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y promover una sensación general de alegría y satisfacción.
Variantes de la postura de la paloma
Durante el artículo he comentado en varias ocasiones que es una postura avanzada, aquellos que estén empezando podrían quedarse en las primeras fases de la colocación de la postura, sin flexionar la pierna trasera.
Para aquellos que controlen la postura de la paloma, existen algunas posturas de nivel más avanzado:
Eka Pada Rajakapotasana con torsión: Esta variante agrega una torsión a la postura de la paloma tradicional. Desde la posición básica de la paloma, coloca la mano del mismo lado que la pierna extendida en el suelo, alineada con el hombro. Luego, gira el torso hacia el lado opuesto, llevando la otra mano hacia la espalda o extendiéndola hacia el techo. Esta variante aumenta la apertura de cadera y también proporciona un estiramiento en la parte superior de la columna vertebral y los hombros.
Eka Pada Rajakapotasana en equilibrio: Esta variante requiere mayor estabilidad y equilibrio. Desde la posición básica de la paloma, levanta la pierna extendida hacia atrás del suelo y flexiona el pie. Extiende los brazos hacia el frente y mantén el equilibrio en esta posición. Puedes utilizar los brazos extendidos como contrapeso para mantener el equilibrio. Esta variante fortalece los músculos de las piernas y mejora el equilibrio y la concentración.
Eka Pada Koundinyasana II: Esta variante avanzada de la postura de la paloma combina la paloma con una postura de brazos equilibrada. Desde la posición básica de la paloma, coloca las manos en el suelo alrededor de la pierna flexionada. Luego, levanta el pie extendido del suelo y extiende la pierna hacia el costado mientras llevas el torso hacia adelante y los brazos se doblan en un ángulo de 90 grados. Esta variante requiere fuerza en los brazos, flexibilidad en las caderas y equilibrio.