Más allá de las asanas: La filosofía del yoga (Yamas y Niyamas) aplicada a tu vida diaria

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Cuando pensamos en yoga, muchas veces lo asociamos solo con las asanas, las posturas físicas que practicamos en la esterilla.

Pero el yoga es mucho más que movimiento: es una filosofía de vida que nos invita a vivir con conciencia, equilibrio y compasión.

En su esencia, el yoga no busca la perfección del cuerpo, sino la unión entre mente, cuerpo y espíritu.

Esa unión se construye a través de principios que guían nuestras acciones, pensamientos y emociones.

Son los Yamas y Niyamas, los dos primeros pasos del camino del yoga descrito por Patañjali en los Yoga Sutras.

En este artículo quiero acompañarte a descubrir cómo aplicar estos principios a tu vida diaria, para que el yoga no se quede solo en la esterilla, sino que se convierta en una forma de vivir más plena, consciente y alineada contigo misma.

¿Qué son los Yamas y Niyamas?

Los Yamas y Niyamas son las bases éticas y espirituales del yoga.

Podemos entenderlos como un mapa para relacionarte mejor contigo misma, con los demás y con el mundo que te rodea.

  • Los Yamas son normas de comportamiento hacia el exterior: cómo nos relacionamos con los demás y con la vida.
  • Los Niyamas son principios internos: cómo cultivamos nuestra relación con nosotras mismas.

En pocas palabras, los Yamas y Niyamas son una guía para vivir con más paz interior, integridad y armonía.

Los Yamas: el arte de vivir en armonía con el mundo

Los Yamas son cinco principios que nos enseñan a actuar desde la empatía, el respeto y la compasión.

Son la base para crear relaciones más conscientes y una vida más coherente con nuestros valores.

1. Ahimsa — No violencia

Ahimsa significa “no dañar”.

Va más allá de no causar daño físico; incluye también no juzgar, no criticar, no agredir con palabras o pensamientos.

Practicar ahimsa implica actuar desde el amor, la compasión y la empatía, tanto hacia los demás como hacia ti misma.

En la vida diaria, puedes aplicarlo:

  • Hablándote con amabilidad.
  • No forzando tu cuerpo durante la práctica.
  • Aprendiendo a poner límites sin agresividad.

La verdadera no violencia comienza con cómo te hablas a ti misma.

2. Satya — Verdad

Satya es la práctica de la honestidad, vivir desde la autenticidad y la coherencia.

Decir la verdad no solo con palabras, sino con acciones alineadas a tus valores.

Aplicar Satya es atreverte a ser tú, sin máscaras, y a comunicar con claridad y respeto.

También significa reconocer lo que sientes y aceptarlo sin juzgarlo.

Practicar la verdad no es ser brutalmente honesta, sino comunicar desde el corazón.


3. Asteya — No robar

Asteya nos enseña a no tomar lo que no nos pertenece, no solo en lo material, sino también en lo emocional y energético.

Robamos tiempo, atención o energía cuando vivimos desde la comparación o la impaciencia.

Practicar Asteya implica confiar en el ritmo de la vida, disfrutar de lo que tienes y respetar el espacio de los demás.

En la práctica, puedes aplicarlo:

  • No comparándote con otras personas.
  • No exigiéndote más de lo que puedes dar.
  • Valorando tu tiempo y el de los demás.

4. Brahmacharya — Moderación o canalización de la energía

Aunque tradicionalmente se interpretaba como celibato, su esencia es el uso consciente de la energía vital.

Aplicar Brahmacharya significa cuidar dónde pones tu atención, cómo usas tu energía física, mental y emocional.

Puedes practicarlo:

  • Evitando el exceso (de trabajo, comida, estímulos…).
  • Priorizando lo que te nutre y te da calma.
  • Encontrando equilibrio entre acción y descanso.

La moderación no es restricción, es elegir con conciencia lo que realmente te aporta.

5. Aparigraha — No apego

Este principio nos invita a soltar el afán de poseer, a no aferrarnos a personas, cosas o resultados.

El apego genera miedo y ansiedad; el desapego nos da libertad y ligereza.

Practicar Aparigraha es aprender a confiar en el proceso y soltar el control.

Aceptar que nada es permanente, y que el cambio también es parte de la vida.

En tu día a día:

  • No te identifiques con tus logros.
  • Suelta expectativas rígidas.
  • Practica la gratitud por lo que ya tienes.

Los Niyamas: el arte de vivir en armonía contigo misma

Los Niyamas son las actitudes personales que cultivamos hacia nosotras mismas.

Nos ayudan a fortalecer la mente, cuidar el cuerpo y elevar la conciencia.

1. Saucha — Pureza

Saucha significa limpieza, tanto física como mental y emocional.

Implica mantener tu entorno ordenado, tu cuerpo cuidado y tus pensamientos claros.

Puedes aplicarlo:

  • Manteniendo espacios limpios y armoniosos.
  • Practicando la alimentación consciente.
  • Observando y purificando pensamientos negativos.

Un entorno limpio refleja una mente en calma.

2. Santosha — Contentamiento

Santosha es aceptar y agradecer el presente tal como es, sin comparaciones ni exigencias.

No se trata de conformismo, sino de cultivar la paz interior incluso cuando las cosas no son perfectas.

Prácticalo:

  • Agradeciendo lo pequeño.
  • Disfrutando el momento presente.
  • Soltando la idea de que “necesitas más” para ser feliz.

La felicidad no llega cuando lo tienes todo, sino cuando aprecias lo que ya tienes.

3. Tapas — Disciplina

Tapas es la energía del compromiso, el fuego interior que te impulsa a crecer.

Representa la disciplina consciente, no desde la obligación, sino desde la intención de mejorar cada día.

Puedes vivirlo:

  • Manteniendo la constancia en tu práctica.
  • Cumpliendo tus compromisos contigo misma.
  • Transformando la pereza en acción inspirada.

La disciplina consciente es un acto de amor hacia tu mejor versión.

4. Svadhyaya — Autoconocimiento

Svadhyaya significa autoestudio, conocerte profundamente.

A través de la reflexión, la escritura o la meditación, observas tus patrones, emociones y creencias.

Esta práctica es la base del crecimiento personal y la inteligencia emocional.

Porque solo puedes transformar lo que conoces.

Puedes aplicarlo con:

  • Mindful journaling.
  • Meditación diaria.
  • Lectura de textos inspiradores.

El autoconocimiento es el camino hacia la libertad interior.


5. Ishvara Pranidhana — Rendición y confianza

Este principio nos invita a confiar en la vida, a rendirnos ante algo más grande que nuestro ego.

No significa pasividad, sino aceptación consciente y entrega.

Practicarlo es fluir con la vida, dejar de luchar contra lo que no puedes controlar y abrirte a lo que el momento presente te ofrece.

Rendirse no es rendirse ante la derrota, sino ante la sabiduría de la vida.

Aplicar los Yamas y Niyamas en la vida moderna

Puede parecer difícil vivir estos principios en un mundo acelerado, pero es precisamente ahí donde más los necesitamos.

Cada uno de ellos puede integrarse con pequeños gestos:

  • Ahimsa: evitar juicios al conducir, en redes o en conversaciones.
  • Satya: ser honesta contigo al decir “sí” solo cuando realmente quieres.
  • Santosha: agradecer al despertar en lugar de revisar el móvil.
  • Svadhyaya: dedicar unos minutos al journaling antes de dormir.

El yoga deja de ser una práctica en la esterilla y se convierte en una forma de estar en el mundo: más presente, más consciente y más compasiva.

Conclusión: el yoga como camino de vida

Vivir el yoga más allá de las asanas es una invitación a la coherencia y a la presencia.

Los Yamas y Niyamas son recordatorios de que la verdadera transformación no está en alcanzar una postura perfecta, sino en vivir desde la paz interior, el amor y la conciencia plena.

Cada respiración, cada pensamiento y cada elección pueden ser una forma de yoga.

Practicar estos principios no es un destino, sino un camino.

Y en ese camino, te descubres más ligera, más conectada y más libre.