Cuando pensamos en meditar, nos imaginamos a budistas en una postura aparentemente complicada mientras practican su meditación.
Esta posición se llama posición de loto y es reconocida por los beneficios que brinda.
¿Qué es la postura de loto?
Padmasana, también conocida como la postura de la flor de loto, es la asana utilizada para la meditación. Consiste en sentarse con las piernas cruzadas, colocando cada pie sobre la pierna contraria, de manera que los talones queden cerca de la zona del pubis. Esta postura ayuda a mantener la columna vertebral recta y a relajar tanto la mente como el cuerpo, convirtiéndola en una excelente técnica para la meditación y la relajación.
Los beneficios de esta postura se relacionan con la concentración y la paz mental, razón por la cual es una de las posturas de yoga más populares para la meditación.
Desde el punto de vista físico, esta postura contribuye a abrir las caderas y aumentar la flexibilidad. Tradicionalmente, los practicantes de esta postura han afirmado que también mejora la respiración y la estabilidad física.
Es importante mencionar que esta postura es de nivel avanzado y requiere una gran flexibilidad para poder mantenerla durante largos periodos de tiempo, sintiéndonos cómodos.
¿Cómo lograr la postura de loto?
Para realizar esta postura, comenzamos sentados con la espalda recta. Colocamos un pie sobre la ingle del lado contrario y luego pasamos a poner el otro pie sobre la ingle libre con ayuda de las manos.
Es importante mencionar que esta postura no es fácil y requiere mucha práctica. Puede resultar desafiante para algunas personas, ya que se necesita tener una gran flexibilidad en las piernas y las caderas. Es fundamental recordar que la flexibilidad se adquiere con la práctica y no se debe forzar el cuerpo para lograr la postura. Es recomendable comenzar con una postura más sencilla, como sentarse con las piernas cruzadas, y con el tiempo ir avanzando hacia la postura del loto.
Es necesario tener mucho cuidado al practicar esta postura y lo más conveniente es hacerlo solo si estamos seguros de tener la flexibilidad adecuada, es decir, si podemos realizarla sin forzarnos. Si queremos lograr esta postura, podemos incluir ejercicios de estiramiento en nuestras rutinas diarias para mejorar la flexibilidad.
Todas las posturas que requieran abrir las caderas, como la postura de la mariposa, pueden ayudarnos a ganar flexibilidad en esa área.
Si tenemos dificultad para mantener la postura de loto, podemos utilizar un cojín o una manta para elevar los glúteos y así reducir la tensión en las piernas y las rodillas.
Variantes de la postura de loto
Como mencionamos, la postura de loto no es nada fácil, pero existen algunas variantes. Es común hablar del medio loto, que se realiza antes de lograr la postura de loto completa. De hecho, se practica durante bastante tiempo antes de pasar al loto completo.
El medio loto consiste en tener un pie apoyado en la ingle. Podemos empezar con las piernas estiradas y, con ayuda de las manos, colocar la pierna de manera que el pie se apoye en la ingle. Una vez en esta postura, doblamos la otra pierna debajo.
En el medio loto, el objetivo es que la rodilla toque el suelo. Hasta que no logremos tocar el suelo, no estaremos listos para el loto completo. Cuando nos sintamos cómodos en la postura del medio loto, podemos intentar realizar el loto completo.
Otra variante es sentarnos en un apoyo con las piernas cruzadas y apoyar los antebrazos en las rodillas para mantener la postura. Esto nos ayudará a preparar el cuerpo para la posición de loto.
La postura de loto con la pierna extendida consiste en colocar un pie sobre la pierna contraria, pero el otro pie se extiende hacia atrás. Esta postura nos ayuda a mejorar la flexibilidad al realizar el loto completo.
La última variante es la postura de loto con una pierna en ángulo, similar a la pierna extendida, pero en este caso la pierna se coloca en un ángulo de 90 grados hacia afuera.