El poder de los mudras en yoga

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Los mudras son unos gestos que se realizan en las practicas meditación o en los rituales y que sirven para obtener más profundidad en la intención de nuestra práctica.

¿Qué es un mudra y para qué sirve?

Un mudra es un gesto o posición de las manos que se utiliza en diversas prácticas como el yoga, la meditación y rituales espirituales para añadir profundidad y significado a la práctica. La palabra «mudra» proviene del sánscrito y significa «sello» o «gesto sagrado». Los mudras son considerados movimientos «sagrados» que se realizan con las manos y los dedos, y han sido utilizados durante miles de años en diferentes tradiciones culturales y espirituales.

Los mudras permiten canalizar la energía del cuerpo, promover el equilibrio, estimular el flujo energético y facilitar la conexión entre el cuerpo y la mente. Estos gestos simbólicos de las manos tienen la capacidad de influir en los estados mentales y emocionales, ayudando a inducir la relajación, la concentración y la paz interior.

En el hinduismo y el budismo, los mudras son considerados como posiciones simbólicas de las manos y los dedos que propician la canalización de energía y la meditación. Cada mudra tiene un significado específico y se cree que tiene beneficios terapéuticos para el cuerpo, la mente y el espíritu.

¿Cuáles son los mudras más comunes?

Existen diferentes tipos de mudras, cada uno con su propio propósito y beneficios. Algunos mudras populares incluyen:

Apana Mudra: Se realiza uniendo las yemas del pulgar, anular y corazón, mientras el índice y meñique permanecen extendidos. Se cree que este mudra ayuda a eliminar sustancias tóxicas del cuerpo, mejora la función de la vejiga y promueve la paciencia y la serenidad.

Gyan Mudra: Se realiza uniendo la punta del pulgar con la del índice, mientras los otros dedos permanecen extendidos. Este mudra se asocia con el conocimiento, la sabiduría y la expansión de la conciencia.

Prana Mudra: Se realiza uniendo la punta del pulgar con la del anular, mientras los otros dedos permanecen extendidos. Este mudra se cree que aumenta el flujo de energía vital, fortalece el sistema inmunológico y reduce la fatiga.

Shunya Mudra: Se realiza doblando el dedo medio y presionando la punta con el pulgar. Se cree que este mudra ayuda a aliviar problemas de oído, mareos y bloqueos emocionales.

Anjali Mudra: También conocido como el gesto de saludo, se realiza juntando las palmas de las manos en el centro del pecho. Este mudra se utiliza para mostrar respeto, gratitud y devoción.

¿Cómo deben usarse los mudras?

Cabe mencionar que cada mudra tiene su técnica específica para ser realizado correctamente. Pero de una manera general, intentaré explicar cómo deben usarse:

Antes de comenzar a practicar mudras, es importante establecer un entorno tranquilo y libre de distracciones. Siéntate en una postura cómoda, ya sea en el suelo o en una silla, mantén la columna vertebral recta y relaja todo tu cuerpo.

Toma unos momentos para enfocar tu atención en tu respiración. Observa cómo el aire entra y sale de tu cuerpo. Esto te ayudará a centrarte y a estar presente en el momento.

Una vez que hayas elegido el mudra, coloca tus manos en la posición requerida. Cada mudra tiene una configuración específica de los dedos y las palmas. Sigue las instrucciones cuidadosamente y asegúrate de mantener una suave presión en los dedos sin forzarlos.

Una vez que hayas adoptado la posición del mudra, relaja tus manos y brazos. No hay necesidad de tensión excesiva. Permite que tus manos descansen de manera natural en el mudra y mantén una sensación de suavidad y ligereza.

Puedes mantener un mudra durante el tiempo que te resulte cómodo. Algunos mudras se practican durante unos minutos, mientras que otros se pueden mantener durante períodos más largos, como durante una meditación prolongada. Escucha a tu cuerpo y ajusta la duración según tus necesidades.

Mientras mantienes el mudra, enfoca tu mente en tu intención o propósito. Puedes visualizar la energía fluyendo a través de tus manos y permeando todo tu cuerpo. Esto ayudará a intensificar los efectos del mudra.

Para obtener resultados óptimos, es recomendable practicar los mudras de manera regular. Puedes incorporarlos en tu práctica diaria de meditación, yoga u otras disciplinas espirituales. Con el tiempo, podrás experimentar los beneficios de los mudras en tu bienestar físico, emocional y mental.

Cómo saber cuál es mi mudra

Determinar cuál es tu mudra personal puede ser un proceso individual y subjetivo. También es importante destacar que en determinadas ocasiones puedes recurrir a diversos mudras dependiendo de tus necesidades en cada momento.


Tómate un tiempo para reflexionar sobre tus necesidades y deseos personales. Considera qué aspectos de tu vida te gustaría mejorar o equilibrar. ¿Estás buscando calma y relajación, energía y vitalidad, enfoque mental o equilibrio emocional? Comprender tus propias metas y aspiraciones te ayudará a encontrar un mudra que se alinee con tus intenciones.


Familiarízate con los diferentes tipos de mudras disponibles. Investiga sobre los mudras más comunes y sus beneficios asociados. Aprende sobre los gestos de las manos y las posturas específicas de los dedos que se utilizan en cada mudra.


Confía en tu intuición. Observa si hay algún mudra en particular que te llame la atención o que sientas una conexión intuitiva. Puedes probar diferentes mudras y observar cómo te sientes al practicarlos. Presta atención a cualquier cambio en tu energía, enfoque mental, emociones o sensaciones físicas. Si un mudra te hace sentir bien y te brinda beneficios, es posible que sea el adecuado para ti.


Después de probar diferentes mudras, observa cómo te sientes durante y después de cada práctica. Presta atención a cualquier cambio en tu estado de ánimo, nivel de energía, concentración o bienestar general. Cada persona puede responder de manera diferente a los mudras, por lo que es importante ser consciente de tu propia experiencia y escuchar las señales de tu cuerpo y mente.


Recuerda que los mudras son herramientas poderosas, pero cada persona es única. Es posible que encuentres más de un mudra que te beneficie o que tus necesidades cambien con el tiempo. Sé abierto a la exploración y ajusta tu práctica de mudra según tus necesidades y experiencias personales.