El yoga kundalini es uno de los tipos de yoga más antiguo que existen y en la actualidad es conocido como el yoga de la conciencia. Esto se debe a que es uno de los estilos de yoga más espirituales.
¿Qué es el yoga kundalini?
Antes de hablar del yoga kundalini, sería importante mencionar lo que significa kundalini como tal.
Según la cultura hinduista, el kundalini es la fuerza que se encuentra en nuestra columna vertebral y que por lo tanto, constituye nuestro primer chakra. Cuando despertamos esta fuerza se purifica a través de los núcleos de energía y nos permite alcanzar la plenitud personal tanto física, mental como espiritual.
La práctica del yoga kundalini tiene el objetivo de despertar la energía mediante la realización de asanas (posturas de yoga), pranayama (técnicas de respiración), mudras, bandhas, mantras o técnicas de meditación.
La intención de esta práctica es activar los siete centros de energía que se reparten por la espina dorsal. Al despertarlos se consiguen unos niveles superiores de conciencia.
¿Qué beneficios tiene el yoga kundalini?
Si hablamos de los beneficios que tiene el yoga kundalini tenemos que tener en cuenta todos los beneficios que tiene la práctica del yoga como tal. Pero es cierto, que esta práctica ofrece unos beneficios concretos.
Al practicar recurrentemente el yoga kundalini obtendremos una secuencia de cambios físicos y mentales que afectan tanto al cuerpo como a la mente y al espíritu a la vez.
Cada kriya provoca un efecto físico diferente, pero en su conjunto todos trabajan para ofrecer beneficios físicos. A través de la práctica del kundalini yoga se podrán fortalecer los músculos abdominales y mejorar la flexibilidad de la columna vertebral.
En general, la práctica nos permite fortalecer el sistema inmunitario y nervioso.
Durante la práctica del yoga kundalini hay un gran trabajo a nivel energético lo que conlleva que consigamos más resistencia a nivel mental y una sensación liberadora. Este tipo de yoga nos permite reducir el estrés y mejorar la memoria gracias a los ejercicios de meditación que forman parte de la práctica, así como favorecer el autocontrol de las emociones.
¿Cómo se práctica el yoga kundalini?
En la práctica del yoga kundalini es importante conocer que lo que se busca es activar la zona del ombligo y la columna. Las posturas que se realizan están relacionadas con la movilización y el estiramiento de la columna vertebral.
Aunque son varias las posturas que suelen realizarse durante la práctica del kundalini yoga y dependerá del nivel y de la práctica de cada uno, la postura del cuervo, de la rana o la postura de estiramiento son algunas de las asanas propias del kundalini yoga.
La postura del cuervo, en esta postura comenzamos a cuclillas. Se colocan las manos en el suelo y manteniendo los codos doblados vamos levantando las caderas. Una vez lo hemos conseguido, colocamos las rodillas en la zona posterior de los brazos. La recomendación es mantener la postura durante 5 o 10 respiraciones sin dejar de presionar las manos en el suelo.
Como vemos esta postura puede parecer compleja para principiantes. Una opción es subir solo un pie y ayudarnos apoyándolo en un soporte.
La postura de la rana es un asana que regula la energía de los tres primeros chakras, por lo que es muy utilizada durante la práctica del kundalini yoga. Con esta asana se consigue aportar vitalidad y energía, tonificar y fortalecer las piernas, así como relajar la zona lumbar y mejorar la circulación sanguínea.
En esta postura también empezaremos en cuclillas pero con los talones juntos y algo elevados. La mirada al frente y colocamos las puntas de los dedos en el suelo entre nuestras rodillas. Al inhalar elevamos las caderas arriba y mantenemos la postura, al exhalar bajar a la postura inicial. Las personas que no lleguen bien al suelo con las manos podrían apoyarse en los bloques.
Como hemos comentado, en el kundalini yoga se trabaja mucho la meditación y la relajación por lo que también se realizan posturas de estiramientos. Tumbados en el suelo boca arriba con los pies juntos y los brazos pegados al cuerpo. Se levantan los pies y la cabeza al tiempo que subimos los brazos de manera que las palmas queden enfrentadas.
En esta postura se puede realizar la conocida respiración de fuego, es decir, hacer respiraciones largas y profundas, para después hacer una respiración rápida, es decir inhalación profunda y exhalación profunda, antes de comenzar un nuevo ciclo de respiraciones lentas y profundas.