Hablemos del saludo al sol

hablando del saludo al sol

El saludo al sol es una secuencia de yoga compuesta por 12 posturas que nos permiten estirar y fortalecer nuestro cuerpo mientras conectamos con nuestra respiración y cultivamos una mayor consciencia corporal. Es una práctica ampliamente reconocida y popular en el mundo del yoga, siendo considerada como una forma de reverenciar al sol y despertar nuestra energía vital.

Esta secuencia, conocida en sánscrito como «Surya Namaskar«, combina movimientos fluidos y sincronizados con la respiración, creando un flujo constante de movimiento y proporcionando beneficios tanto físicos como mentales. Cada postura se enlaza con la siguiente de manera armoniosa, formando una secuencia dinámica y encadenada.

Al practicar el saludo al sol, se activan y se estiran diferentes grupos musculares, promoviendo la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio en todo el cuerpo. Además, esta secuencia también estimula el sistema cardiovascular, mejorando la circulación sanguínea y aumentando el ritmo cardíaco de manera saludable.

¿Qué significado tiene el saludo al sol?

En la metodología hindú, el sol es considerado como una fuente de salud e inmortalidad, simbolizando la luz y el conocimiento. El saludo al sol, dentro de esta perspectiva, se concibe como una danza o ritual que nos conecta con esta fuente de vida y bienestar.

Esta práctica ancestral, conocida como «Surya Namaskar» en sánscrito, no solo ofrece numerosos beneficios físicos, sino que también representa el despertar de nuestra luz interior. En el yoga, el sol se relaciona con la energía vital, los nuevos comienzos y la fuente de luz que ilumina nuestro ser.

Un aspecto relevante del saludo al sol es que cada postura compensa y complementa a la anterior, creando una secuencia armoniosa que nos permite despertar el cuerpo y trabajar aspectos como la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza.

Si bien en la actualidad cada practicante de yoga puede realizar el saludo al sol en el momento que considere oportuno, existe una tradición arraigada de realizarlo al amanecer o al ponerse el sol, honrando así la conexión con la energía solar y el ciclo natural del día.

Así que, ya sea al inicio de tu día o al finalizarlo, la práctica del saludo al sol te brinda la oportunidad de abrirte a la luz interior, nutrir tu cuerpo y mente, y establecer una conexión consciente con la energía solar que habita en tu ser. ¡Permítete disfrutar de esta hermosa danza de salud y vitalidad!

¿Cuántas veces hay que hacer el saludo al sol?

La frecuencia de realización del saludo al sol dependerá de las preferencias individuales, el tiempo disponible y la intención de la práctica. En mi recomendación personal, si no se tiene previsto realizar más sesiones de yoga aparte del saludo al sol, sería beneficioso realizarlo al despertar y antes de acostarse, de 3 a 5 repeticiones. De esta manera, aunque no se lleve a cabo una práctica más extensa, se logrará mover el cuerpo de alguna forma y obtener sus beneficios.

Es relevante destacar que la secuencia se considera completa cuando se realiza una vez con cada pie, asegurando así un equilibrio y una integración completa en la práctica. Al prestar atención a cada pie en el saludo al sol, nos conectamos con ambos lados del cuerpo y fomentamos la armonía en nuestra práctica.

¿Cómo hacer el saludo al sol?

Según el nivel del practicante, hay diferentes variantes para el saludo al sol. Por ejemplo, se puede comenzar realizándolo en 7 u 9 pasos en lugar de los tradicionales 12. Los pasos se refieren a las posturas. Además, para aquellos usuarios más avanzados, existen otras variantes provenientes del ashtanga yoga. En mi caso, practico el saludo al sol tradicional que se realiza en hatha yoga.

Es fundamental que durante la práctica del saludo al sol nuestra mente esté concentrada en las posturas y plenamente consciente de la práctica. Como hemos mencionado anteriormente al tratar el tema del mindfulness, esto es de suma importancia para obtener todos los beneficios de las prácticas de yoga.

Para evitar dolores o malestar, es importante contar con profesores que nos informen sobre la forma adecuada de realizarlo.

Personalmente, suelo empezar la secuencia con una inhalación y exhalación. Me gusta hacer esto antes de comenzar la secuencia para establecer una conexión entre mi cuerpo y mi mente.

Saludo al sol: postura de la oración, urdhva hastasana, uttanasana

Postura de oración: El saludo al sol lo comenzaremos de pies con los pies separados y alineados a las caderas y las manos en posición de oración.
Urdhva hastasana: Al inhalar llevamos los brazos hacia arriba hasta que estén por encima de la cabeza y arqueamos la espalda.
Uttanasana: Al exhalar nos inclinamos hacia delante apoyando las manos en el suelo y acercamos la cabeza a las piernas tanto como se pueda.

Saludo al sol: postura del corredor


Postura del corredor: Al inhalar flexionamos la rodilla izquierda y damos un paso larga atrás con el pie derecho.
Postura de los 4 apoyos: Al exhalar damos un paso hacia atrás con el pie izquierdo y nos situamos en una plancha.
Postura de los 8 apoyos: Inhalamos y al exhalar bajamos las rodillas, el pecho y la barbilla hacia el sueldo.

saludo al sol: postura de la cobra


Cobra: Inspiramos deslizando el pecho por el suelo hacia delante hasta adoptar la postura de la cobra II.
Perro boca abajo: Al exhalar alzamos las caderas, extendemos las piernas, manteniendo las piernas en el suelo en un perro boca abajo.
Postura del corredor: Al inhalar damos un paso hacia delante con el pie derecho situándolo entre ambas manos y mirando hacia el frente.

saludo al sol: últimos asanas


Uttanasana: Al exhalar llevamos el pie izquierdo hacia delante poniéndolo paralelo al pie derecho y nos inclinamos hacia delante.
Urdhva hastasana: Al inspirar alzamos los brazos hasta que queden por encima de la cabeza, arqueando la espalda.
Postura de la oración: Al exhalar colocamos las manos de nuevo en posición de oración.

Ahora deberás repetirlo realizando con el pie izquierdo.